Las zonas de frontera son clave y las cifras que se manejan producen escalofríos. En las zonas fronterizas de Yacuiba, Desaguadero, Pocitos, Bermejo y Villazón desaparecen y se buscan con desesperación miles de niños. Unos 11.400 durante 2009. Más de 5.000 son separados de sus familias y su medio a través de la frontera de Villazón. No están más, desaparecen, se vuelven un humo azul que penetra las puertas del martirio y tantas veces no regresa.
Son chicos entre un año y seis meses a dos años, que ya no usan pañales. Niñas de 13 a 14, y varones de 15 a 16. Los chicos son explotados y sometidos a esclavitud en trabajos sórdidos que los lastiman y los quiebran. Los más chiquitos son vendidos para adopción ilegal o utilizados en pornografía infantil. Las nenas son prostituidas brutalmente.
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