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Se celebró el Día Universal de la Infancia

El trabajo infantil vulnera los derechos de los chicos

Durante la niñez y la adolescencia se dan procesos de crecimiento y desarrollo decisivos para el desenvolvimiento de etapas posteriores. Tanto los aspectos biológicos como psicológicos, afectivos e intelectuales requieren de condiciones propicias para manifestar el potencial en la adultez. La incorporación precoz al trabajo origina desgaste orgánico y aparición temprana de patologías crónicas. A su vez, interfiere con la escolarización. El abandono temprano de la escuela impide contar con competencias suficientes para la inserción futura en el mercado laboral, por lo tanto, perpetúa las condiciones de pobreza y aumenta el grado de vulnerabilidad.
De acuerdo con estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en los países en desarrollo hay unos 250 millones de niños entre 5 y 14 años de edad que realizan algún tipo de actividad económica. De ellos, el 50% se ocupan tiempo completo. Asia es la región que presenta la cifra más elevada de niños trabajadores (61 %), seguida de África (32%) y América Latina (7%).
En América Latina aproximadamente entre 18 y 20 millones de niños menores de 10 años trabajan, entre el 60 % y el 80% de ellos son varones y entre 20% y el 40%, mujeres. La mayoría se desempeña en actividades rurales, en el sector informal o en el servicio doméstico y sólo un 10% en el sector formal o moderno de la economía.
Se entiende por trabajo infantil a toda actividad económica y/o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niñas y niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no han cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso (OIT).
Situación local
Argentina es uno de los países en donde el trabajo infantil ha crecido de manera considerable como consecuencia de las recientes crisis económicas. Según la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (Eanna) del Ministerio de Trabajo, en el año 2006, el 6,5% de los menores entre 5 y 13 años había realizado alguna tarea, y aproximadamente el 20% de los adolescentes encuestados entre 14 y 17 años trabajaba. Muchos de ellos desarrollaban sus actividades en las calles y el 53% estaba expuesto al consumo de algún tipo de droga.
El empleo durante esta etapa es ilegal en nuestro país. La ley nacional 26.390 de la Prohibición del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente lo prohíbe en los niños y niñas por debajo de los 16 años y protege el trabajo adoles­cente entre los 16 y los 18 años. Esta normativa está en concordancia con convenios internacionales de la OIT: el Nº 138, que establece la edad mínima de admisión al empleo y el Nº 182, que fija las peores formas del trabajo infantil (explotación sexual comercial infantil, utilización de niñas y niños para el tráfico de estupefacientes, utilización de niños y niñas en pornografía, toda forma de esclavitud y todo trabajo que por su naturaleza, o por las circunstancias en las que se realiza, atente contra la salud, la seguridad o la moral de niños y niñas). Estas formas implican delito y  consideran como “víctimas” a la niña o el niño que las realiza; la sanción penal recae sobre el explotador. 
En cuanto al empleo adolescente, rige la prohibición absoluta de realizarse en ambientes o condiciones peligrosas, penosas o insalubres. Además la jornada no debe exceder las 6 horas diarias y se prohíbe la realización de horas extras y el horario nocturno.
¿Por qué ocurre el trabajo infantil?
El arco de los condicionantes de esta problemática atraviesa al total de la sociedad y va desde los determinantes económicos a los culturales. La falta de empleo y la precarización de las condiciones laborales sumado a la desigualdad en la distribución de la riqueza constituyen los factores sociales y económicos que han llevado a la pobreza a gran parte de la población que vive en la Argentina.
Muchas familias se ven obligadas a recurrir a diferentes estrategias de supervivencia, entre las cuales se encuentra la incorporación de sus niños y/o niñas al trabajo, desplazando a la escuela de su lugar prioritario. A esto se suma que los empleadores ven en los niños mano de obra barata, y en algunas situaciones los consideran más ágiles para determinadas tareas (cosecha de algodón por sus manos pequeñas, minería por su tamaño acorde a los lugares estrechos).
Desde el marco regulatorio, a pesar de las leyes y normativas vigentes, las actividades de los organismos de aplicación resultan poco eficaces y hay dificultad en la implementación de políticas sociales protectoras de los derechos de la infancia.
Además, existen factores culturales que legitiman actitudes permisivas ante ciertas prácticas tradicionales de empleo infantil, especialmente en el trabajo rural y el doméstico, otorgándoles una valoración social positiva o considerándolas como parte del proceso de socialización.
Estrategias para la erradicación
La incorporación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN) a la Constitución Nacional generó un nuevo modelo legal que apela a la respon­sabilidad del Estado, de la sociedad y de las familias para garantizar la protección integral de los derechos de la infancia. Nuestro país se ha comprometido a seguir una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo a los 16 años.
Una de las premisas para la erradicación del trabajo infantil es la participación y labor conjunto de las familias y la comunidad con los sectores responsables como educación, salud, desarrollo social junto a las Secretarias de Derechos del Niño, ONGs, etc.  Es necesario impulsar una educación que garantice la inclusión, reinserción y/o permanencia de todos los niños y adolescentes en el sistema educativo formal, en el período que por ley se considera obligatorio.
La erradicación del trabajo infantil es responsabilidad de todos los integrantes de la sociedad. Solo podrá realizarse con el cumplimiento del derecho universal de acceso a la educación de calidad, atención de la salud, protección social para las familias y mejores oportunidades de empleo para los adultos.



Este flagelo está inserto en todos los niveles de la sociedad.
INTERES GENERAL | SANTA FE | 22-11-2011

Maltrato infantil: 700 denuncias al año


Un dato que se destaca es que muchas niñas y adolescentes presentan las denuncias por iniciativa propia.


Del total de las denuncias relacionadas a la vulneración de los derechos de los niños que ingresan al año a la Subsecretaria de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia de Santa Fe, el 20 por ciento corresponden a casos de abuso y maltrato infantil en los que es necesaria una intervención para separar a la víctima del grupo familiar. Este porcentaje implica unas 700 denuncias de un total de 3.500 según lo confirmó a Cruz del Sur Marcela D'Angelo, titular de esta dependencia.

"En la mayoría de los casos solamente es necesaria una intervención del 1º nivel, es decir un acompañamiento a los padres y chicos en relación a problemáticas referidas a la salud o educación, entre otras cosas, pero en el caso de maltrato de abuso, se hace una intervención de 2º nivel en la que se toman medidas excepcionales como la de alejar al niño o adolescente de su familia y reubicarlo temporalmente e instituciones públicas o privadas hasta que la justicia resuelva el caso", explicó D'Angelo. De estas denuncias, en el 80 por ciento de los casos se registran antecedes de ya sea de maltrato o abuso. 
Para la subsecretaria no hay una generalidad en estos casos en cuanto a las edades o estratos sociales, sino que estos flagelos están insertos en todos los niveles de la sociedad. Pero sí hay un indicador común que es que los agresores son miembros de su entorno familiar más cercano. "En los casos de abuso se están detectando más denuncias de adolescentes, tanto hombres como mujeres, y también de niñas de entre 8 y 12 años. Esto tiene que ver en un avance evidente desde la educación y mayor información que se les está ofreciendo para que sepan como actuar, que sepan que tienen que denunciar los que les pasa", aseguró D'Angelo.
En relación a las muertes de dos bebas, una en Rosario y otra en el norte de la provincia,  que fueron brutalmente golpeadas, y una de ellas violada, la funcionaria aseguró que estos hechos tienen que ver con otro modo de violencia de género, en la que los chicos quedan en medio de una disputa entre los padres, o parejas de sus madres, y sufren en carne propia la venganza de uno de ellos hacia el otro: "Muchas veces las madres tienen conocimiento de las agresiones pero no denuncian porque están insertas en una situación de opresión que no reconocen, ellas mismas son violentadas y no pueden pedir ayuda".
Por esto, destacó el papel importante que juegan quienes están cerca de las víctimas como instituciones y vecinos quienes deben tomar "la responsabilidad de comunicarlo, un rol fundamental que implica un compromiso social".
Casos recientes en la provincia
El último caso que se dio a conocer este fin de semana fue el de la muerte de una niña de tres años tras haber sido violada y golpeada salvajemente en la localidad santafesina de Guadalupe del Norte. Por este crimen está detenido un hombre de 20 años, el concubino de la madre de la beba. La golpiza le provocó la fractura de cinco costillas y contusiones en todo el cuerpo. Su mamá la encontró todavía con vida y fue trasladada al Hospital Central de Reconquista pero falleció antes de llegar.
La semana pasada la ciudad de Rosario se vio conmocionada por la muerte de una beba de 10 meses que se produjo después de haber estado internada durante varios días en el Hospital Víctor J. Vilela por ser golpeada por su padre.  La beba ingresó al hospital con un cuadro de pero cardiorrespiratorio y estuvo internada en terapia intensiva. Fue la madre quien finalmente relató lo que realmente había pasado: la golpiza fue un castigo por parte del padre.
A principios de octubre, hubo otro caso que fue de conocimiento público. Un chico de 14 años denunció a sus padres de haberlo golpeado después de que les mostrara su libreta escolar con bajas calificaciones. 


Mujer asesinó a golpes a su hijastra

Andrea Medina, la madrastra, dijo que golpeó a la niña porque se orinó en la ropa.

El misterio de lo que pasó la tarde del 6 de mayo del 2011, cuando una niña de tres años falleció en el centro asistencial El Recreo por politraumatismo toráxico abdominal severo, fue revelado ayer por la Fiscalía con un interrogatorio realizado a la madrastra de la menor Bibiana Andrea Medina. La mujer y la pequeña quedaron solas cuando Noel Molina, el papá de la niña, salió a trabajar. "(...) Me acosté a dormir y como a las 3 p.m. me levanté y vi que Gloria* no había acabado de almorzar. La regañé y entré a la pieza a ver televisión. Cuando salí, la niña había terminado de almorzar y se había orinado. A mí me dio mucha rabia, reaccioné y la cogí a puños. Y le di tantos golpes que la niña se puso blanca y sus ojos se voltearon. Cuando me di cuenta ya no respiraba y salí corriendo a donde los vecinos en busca de ayuda...". Con este relato, ayer la Fiscalía imputó cargos por homicidio agravado preterintencional a Bibiana Andrea Medina. En mayo la mujer había señalado a su marido, José Noel Molina, como culpable de la golpiza que causó la muerte de su hija. Desde entonces, el hombre está en la cárcel. En audiencia, el Juzgado Sexto de control de garantías aseguró a Andrea Medina y ordenó su envío a prisión. Andrea Medina declaró a la Fiscalía que no había hablado porque "tenía miedo de lo que le pasara". Y dijo: "El cargo de conciencia no me dejaba tranquila y hablé. Noel estaba en la cárcel y sin culpa". La madrastra confesó que por el desespero intentó suicidarse al beber dos venenos para ratas, razón por la que estuvo 15 días en una clínica psiquiátrica. Con base en el testimonio de Andrea Medina, la Fiscalía pedirá en juicio la preclución a favor de José Noel Molina. *Nombre cambiado REDACCIÓN LLANO 7 DÍAS.




La Municipalidad de Santa Fe procedió al cierre y a la inhabilitación de los responsables, luego que se constataran las denuncias contra el establecimiento educativo.



Santa Fe, Argentina, 4 jun, Agencia Infancia Hoy.- El lugar, ubicado en Aristóbulo del Valle y Esquiú, recibía 12 niños desde los 45 días a los cuatro años de edad. Ante denuncias anónimas de maltratos físico y psicológico, perpetrados en niños, la Municipalidad de Santa Fe procedió a clausurar el jardín de infantes Mi Casita.

Acorde a lo manifestado por la subsecretaria de Educación del municipio, Roxana Ingaramo, “se constataron denuncias anónimas de maltrato físico y psicológico de los niños que asisten a ese jardín”.

Durante la tarde de ayer, por medio de una radiodifusora local, la funcionaria remarcó que “se constataron las denuncias que fueron anónimas”, y luego se constituyó un equipo de trabajo con personal de las áreas de Control, Fiscalía, Educación e inspectores. De ese modo, “visitando a los vecinos, pudimos hacer la constatación de las denuncias”. A su vez, “testigos aportaron material fílmico”.

Acerca de las características de la clausura impuesta, Ingaramo señaló que el Municipio “tiene la competencia de controlar, habilitar o inhabilitar, y de gestionar este procedimiento ante los estamentos provinciales. Será la Justicia la que posteriormente sancionará”, definió.

Atento a que los hechos implicarían una violación a los derechos de los niños involucrados, y previo dictamen de la Fiscalía Municipal, es que la Municipalidad resolvió tomar la medida preventiva hasta tanto se efectúen las actuaciones correspondientes al proceso de investigación.


Drogaba y rapaba a su hijo de 12 para aparentar que tenía cáncer

Al leer noticias como estas es imposible preguntarse :"¿Que tienen en la cabeza esas personas?" o "¿por que hacen eso?". Por más que nos den alguna explicación se nos hace difícil de creer. Hay que tener cuidado y denunciar a esas personas 'transtornadas' de la cabeza.
¿Que hizo esta mujer? Carol Schnuphase, de 47 años, administraba fármacos a base de opio en alimentos para darsela a su hijo y éste pareciera enfermo, además le cortaba el pelo y le afeitaba hasta las cejas para hacer creer a las personas que su hijo estaba muriendo de leucemia.
Los investigadores dijeron que Schnuphase fue tan convincente que recibió unos 7.500 dólares de asociaciones religiosas, hasta que su hermana descubrió el engaño.
"Su comportamiento es reprensible, señora. Decirle a un niño vulnerable e indefenso que está muriendo de cáncer para su propio lucro va más allá de la capacidad de comprensión", dijo el juez Richard Caretti del Condado Macomb.

Por su puesto, la señora no admitió su culpabilidad, aunque el juez pudo condenarla y sentenciarla a un año de prisión. Los familiares criticaron la sentencia, pues creyeron que merecía unos cinco años de prisión.
¿Que pasó con el niño?
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El jovencito no tiene cáncer, sólo pasaba por un periodo de abstinencia de drogas. Además fue dado en adopción.
El abogado de la madre argumentó que Schnuphase se comportó indebidamente porque estaba "desesperada" después de la muerte súbita de su esposo y la reciente pérdida de su empleo.




Tomas Santillan: Una nueva posible victima del maltrato infantil.

El ex padrastro y sospechoso de haber asesinado a Tomás Santillán, el nene de 9 años que fue raptado y asesinado en Lincoln, aseguró que el menor “era un santo”, pero que cambió mucho cuando se mudaron a Lincoln con la madre del nene y que era “un desagradecido”.
Al declarar ante el fiscal de Junín Javier Ochaizpuro, Adalberto Cuello admitió que su relación con la víctima “no era la mejor” pero que de todas formas no tuvo nada que ver con su desaparición y muerte.

Cuello detalló sus actividades del martes pasado, cuando desapareció el menor a la salida de la escuela. 

Dijo que ese día se levantó a las 11.15 y que salió con su novia, María Inés Márquez y que a la hora ella lo despidió en su casa. 

Sin embargo, la novia del sospechoso declaró que ese día no estuvo con él ni lo vio en ningún momento de ese martes. 

El sospechoso declaró que desde las 12 hasta las 14 estuvo en su casa de la calle Primera Junta, tiempo en que se acostó unos 15 minutos y después colgó dos fotos en su cuenta de Facebook. 

“Recién me enteré que Tomi había desaparecido a las 14, cuando me llamó Leanor”, aseguró. 

Relató que cuando lo fue a ver un policía con su ex pareja, él se puso a disposición para ayudar a buscar al nene pero la mujer le dijo que no. 

“Siempre estuve muy preocupado por la desaparición de Tomás”, declaró Cuello, al tiempo que recordó que el viernes anterior había estado por última vez con el menor, a quien se lo encontró a la salida de la escuela porque había ido a comprar leche para su bebé y jugar a la quiniela. 

El ex padrastro declaró que ese día llevó en su auto a él y a su primo porque un grupo más grande los quería golpear. 

Respecto de su relación con el menor, Cuello indicó que en Timote se llevaban “espectacular” pero que cuando se mudaron a Lincoln, el nene “cambió”. 

Admitió que “sólo una vez” lo agarró de la oreja y que nunca le pegó. 

En relación a la bolsa de juguetes rotos que le devolvió a Leonor, Cuello explicó que ella le rompió sus cosas y él hizo lo mismo. 

En ese sentido, dijo que le destrozó una Play Station que le había regalado a Tomás “porque era un chico desagradecido”. 
De todas formas destacó: “Tomás era un santo, por eso todos lo querían”. 

Asimismo, negó que haya amenazado alguna vez a su ex pareja y que nunca se planteó secuestrar a Tomás. 

“Lo único que dije que fe el día que tuviera dinero me llevaría a Juan Martín”, el hijo de ambos.